QUIÉNES SOMOS

LA FUNDACIÓN CASA DE BETANIA es una Organización sin ánimo de lucro que promueve la dignificación y promoción humana de familias de escasos recursos que colindan con el río Bogotá y sus alrededores en el municipio de Mosquera, mediante el fortalecimiento espiritual a través de espacios pedagógicos y lúdicos.

¿QUÉ DESEAMOs?

Con nuestra labor buscamos que cada uno de nuestros beneficiarios se concientice como ser humano, respetado y valorado de manera individual y social, con sus características y condiciones particulares, por el solo hecho de ser persona.

PRINCIPIOS
NUESTROS VALORES

Nuestro principio fundamental es la evangelización (formación espiritual) Nuestros valores:
- Fe
- Amor
- Generosidad
- Responsabilidad
- Alegría

NUESTRO FUNDADOR GERMÁN CAMILO URREGO BELTRÁN

(4 de Enero de 1964 - 21 de Junio de 2017). Se ordenó Sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá, el 22 de Mayo de 1988. Prestó sus servicios Pastorales, en la Parroquia San Bernardino (Vicario Parroquial), Parroquia San Ignacio de Loyola (Vicario Parroquial), Parroquia Santo Cura de Ars (Administrador temporal), Parroquia San José de Fontibón (Párroco), Colegio Parroquial San José de Fontibón (Rector), Parroquia María Auxiliadora(Párroco), Colegio Parroquial Adveniat (Rector), Parroquia San Judas Tadeo (Párroco), Liceo Parroquial San José (Rector), Parroquia Nuestra Señora de la Paz (Párroco) y en cada lugar por donde pasaba, prestaba sus servicios al menos favorecido. Lideró en cada uno de los lugares donde fue enviado, la vivencia del apostolado de Evangelización, Pastoral Social, Pastoral salud, y otras pastorales que se viven dentro y fuera de una Parroquia. En la Parroquia San José de Fontibón, fortaleció los procesos pastorales, especialmente, el Apostolado de Pastoral social. Siempre tuvo como uno de los pilares fundamentales de este servicio el “llevar el Evangelio y una ayuda, para mitigar el hambre y elevar un poco la dignificación a estas personas y familias menos favorecidos”. Afianzó un gran espíritu de solidaridad en las diferentes Parroquias, a través de la Evangelización, con lineamientos tomados del SINE. El equipo que le ayudaba, enamorados de Jesús a través del hermano Pobre, colaboraron para que este trabajo de muchos años y esfuerzos tuviera vida. Y es así que el Padre Germán Camilo, consolidó La Casa de Pastoral Social para las familias menos favorecidas de la Parroquia. Muchas familias llegaban de otros lugares. El Padre Germán, Inquieto por algunas familias en estado de vulnerabilidad en las laderas del Río Bogotá, convocó a un equipo de personas y propuso la Creación de la Fundación Casa de Betania, en Enero de 2006. Estaba convencido de poder llevar la sonrisa de Dios a través de los agentes de Pastoral Social y Salud, creando sentimientos de solidaridad y fraternidad Cristiana. Siempre repitió este gran principio: “Lo que ha sido donado para los pobres, donado será para losmás pobres”. Y así se hizo durante 11 años. El Padre Germán comparaba la Fundación Casa de Betania con el protocolo que se hace en una gran Cena. Constantemente insistía en: 1. la confrontación al interior de la comunidad de Jesús (hacer oración). 2. El Favorecimiento del amor discipular a Jesús; preocupación por los pobres (la Caridad); 3. El Alimentar y alentar desde la Eucaristía los proyectos de vida de justicia de aquellos menos favorecidos (Acercarse a la Comunión) y de los agentes de Pastoral. El Padre Germán Camilo fue amante del Santísimo Sacramento y de la Virgen María. De posición férrea y amoroso frente al Evangelio y los pobres; de carácter fuerte, de elocuentes palabras, de un humor un tanto negro en algunas ocasiones. Su rostro adusto era transformado por su explosiva risa que contagiaba a quienes lo escuchaban. Amante de la Pedagogía y Educación, gusto y dones heredados de sus Padres y que aplicaba hábilmente en sus homilías y en la Evangelización. Solía decir: “Hay que hacer la Visita al Santísimo y Comulgar; Leer La Palabra de Dios y hacer Oración; Amar a la Virgen y practicar la Caridad, como muestra de la misericordia”. Gustaba mucho de la Reflexión de San Basilio el Grande: “Es del hambriento el pan que tú retienes. Es del desnudo el vestido que guardas escondido. Es del descalzo el calzado que se enmohece retenido por ti. Es del necesitado el dinero que tienes amontonado. Por eso, tú te haces responsable del mal que le sucede al necesitado a quien puedes ayudar. Al que se apodera del vestido de otra persona se le llama ladrón; pero el que no viste al pobre y puede hacerlo, ¿no merece el mismo nombre?” Fue un luchador incansable, amable y silencioso frente a su enfermedad. Partió a la Casa del Padre el 21 de junio de 2017, dejando entre quienes le conocieron el legado Cristiano Católico y moral de colaborar con todas aquellas personas, especialmente niños, que por su situación de vulnerabilidad requieren atención y evangelización. Es así que confiando en la obra de Dios a través de los servidores actuales y de muchos más que quieran ayudar, la Fundación Casa de Betania continuará, con la Gracia de Dios, la obra que Soñó el Padre Germán Camilo Urrego Beltrán.